Entre la física y la Hidrodinámica
Es una una viga estructural que va de la proa a la popa de un barco y se sienta más baja que el resto del casco, la quilla fue inventada por los los vikingos. Debido a que sus veleros eran de estructura cuadrada, eran propensos a tener mucha libertad de acción cuando viraban cerca del viento.
Sin la quilla que conocemos ahora, la navegación que conocemos a velas ería sin duda peligrosa.
La quilla tiene dos funciones principales: evitar que el barco sea arrastrado lateralmente por el viento (resistencia lateral) y mantener el lastre. El lastre es un peso tradicionalmente en la parte inferior de la quilla que mantiene el barco boca arriba.
Cuando las velas interactúan con el viento, también se producen muchas cosas bajo el agua para ayudar a crear elevación y permitir que la embarcación se recupere de la virada. Cuando un barco se escora, o se inclina hacia un lado en una dirección al virar, el lastre impide que se vuelque completamente. Colocado debajo del velero hacia el centro de la parte inferior del casco, la superficie ancha y plana de la quilla crea una fuerza lateral al desplazar el agua en la dirección opuesta a la que el barco se inclina.
La hidrodinámica en acción
Aunque la quilla tiene una superficie mucho más pequeña que las velas, la densidad del agua le permite iniciar una fuerza lo suficientemente fuerte como para cancelar el movimiento de escora. Ese equilibrio resultante se llama el momento de adrizamiento.
