En el interior encontramos un versátil dinete formado por dos bancos enfrentados y tapizados en alegres colores, con mesa ovalada en su centro. Por la noche, la zona de proa ofrece espacio para dos personas, y además podemos convertir el dinete en una litera doble. El parabrisas es muy extenso con ventanas laterales que pueden abrirse a voluntad para asegurar la aireación natural. En la parte delantera de la cabina y por encima de la cama descubrimos una escotilla practicable que contribuye con eficacia a la ventilación interior durante las épocas estivales. En el techo de la cabina, esta Quicksilver 640 ofrece una claraboya para dar mayor luminosidad al salón. Su altura máxima en el interior es de 2,05 metros y a estribor, justo en la entrada, se ha previsto la cocina de gas acompañada por un fregadero en inox de razonables dimensiones.

En caso de realizar una salida de pesca, la bañera es amplia especialmente si tenemos en cuenta la eslora total de la embarcación. Para ello, el astillero ha adelantado la cabina hasta conseguir un espacio a popa que sorprende por su amplitud. La sensación de seguridad en bañera es notable gracias al alto francobordo que sin duda agradecerán las familias con niños pequeños.

La regala en teka junto con los cañeros empotrados en el francobordo de 80 centímetros de altura,  ofrecen un aspecto atractivo. Su mesa circular es desmontable y nos permitirá tanto hacer salidas de pesca como preparar la popa para disfrutar en compañía de amigos o con la familia. En la bañera se han previsto diversos huecos provistos de tapas herméticas, para la estiba del extintor reglamentario, así como otras dos tapas para el interruptor general de la batería y otro para la llave de combustible.